Halloween: Una noche terrorífica y llena de peligros para los animales de compañía

En España tradicionalmente se ha celebrado el 1 de noviembre el Día de Todos los Santos, una fecha en la que es habitual acudir a los cementerios para visitar las tumbas de los seres queridos y cuya importancia se refleja en que es una de las fiestas nacionales no sustituibles, por lo que es día no laborable en todo el país.

Sin embargo, en los últimos tiempos, ha adquirido cada vez más importancia, principalmente por la influencia de Estados Unidos, una fiesta que se celebra el día anterior, el 31 de octubre, víspera de la fiesta de todos los santos.

Se trata de Halloween, una celebración muy característica fácilmente identificable por que los niños, y no tan niños, se disfrazan y piden caramelos y dulces de casa en casa con el famoso ‘truco o trato’, además de celebrarse diversas fiestas, generalmente de disfraces. Una fiesta en la que prima la diversión a través del mundo de los fantasmas, las brujas y el miedo y que, asimismo, puede ser peligrosa para las mascotas.

Por ello, la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Wysconsin-Madison ha compartido una guía para proteger a los animales de compañía de las situaciones que pueden ser perjudiciales para ellos referentes a la celebración de esta fiesta cada vez más popular. “Seguir algunas pautas básicas contribuirá en gran medida a que la fiesta sea más divertida que aterradora tanto para usted como para sus mascotas”, explican desde la facultad de Veterinaria.

El primero de sus consejos es referente a los dulces que inundan esta fiesta. Concretamente, animan a mantener todas las golosinas de Halloween lejos de las mascotas. “Hay una gran variedad de sustancias en los dulces y otras golosinas que pueden ser tóxicas para sus mascotas, y no siempre es fácil saber qué contiene cada golosina envuelta individualmente”, remarcan.

Otro de los puntos típicos de Halloween a tener en cuenta son los adornos (linternas, velas encendidas, barritas luminosas, pilas, etc.), que deben exponerse y guardarse en lugares inaccesibles para las mascotas. A este respecto, señalan que los adornos son una causa frecuente de enfermedad, lesiones internas y asfixia durante las fiestas.

“Si planea disfrazar a su mascota este Halloween, asegúrese de que no incluya telas u otras piezas que su mascota pueda masticar y tragar fácilmente o que bloqueen de alguna manera su vista, oído, respiración, boca o movimiento”, aconsejan también desde la Facultad de Medicina Veterinaria.

Asimismo, remarcan que, si el animal de compañía tiene miedo de la gente que no conoce o se pone nervioso con las visitas frecuentes o el sonido del timbre, hay que considerar la posibilidad de mantenerlo en una zona de la casa lo más alejada posible de la puerta principal durante las horas de truco o trato. “Mantenga a su mascota dentro de casa por la noche, aunque suela pasar mucho tiempo fuera”, recomiendan.

“En caso de que su mascota enferme o se lesione, es importante saber cuándo y cómo buscar atención de urgencia para garantizar que tenga las mejores posibilidades de recuperación. Asegúrese de conocer la ubicación, el número de teléfono y el horario del hospital de animales de urgencias más cercano a su domicilio. También es buena idea llamar con antelación para avisarles de que vas a ir”, concluyen desde la universidad.

PETARDOS Y PIROTECNIA, UN PROBLEMA PARA LAS MASCOTAS HABITUAL EN LAS CELEBRACIONES

Por otro lado, hay que recordar que en este tipo de festividades y, generalmente, en todas las celebraciones, es habitual el uso de pirotecnia o de petardos. Sin embargo, los ruidos que provocan pueden ser una auténtica pesadilla para los animales de compañía, como es el caso de los perros, que tienen una capacidad auditiva mucho más desarrollada que la de los humanos (hasta 4 veces superior).

En este sentido, el perro puede sufrir diversos problemas generados por el sonido de los petardos y la pirotecnia como ponerse muy nervioso o incluso sufrir diarrea, vómitos o taquicardias. Además, también pueden buscar alguna vía de escape al ruido, poniéndose en peligro.

Siempre teniendo en cuenta la recomendación de un veterinario, una de las opciones para calmar a las mascotas es el uso de fármacos. En este sentido, el Grupo de Especialidad de Etología Clínica (GEMCA) de la Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales (Avepa) recomienda algunos, como los agonistas alfa-2, entre otros.

En lo referente a los agonistas alfa-2, está disponible la molécula dexmedetomidina, en formato gel. Más concretamente, Sileo de Ecuphar, que es el primer medicamento aprobado para el tratamiento de la ansiedad y el miedo asociados al ruido en perros.

El formato de Sileo lo hace fácil de aplicar, y está indicado para tratar el miedo y la ansiedad de los perros en situaciones agudas asociadas al ruido, tanto como única medida como formando parte de un plan de modificación de la conducta en alteraciones del comportamiento.