LUNES, 13 de mayo 2024

LUN, 13/5/2024

ENTREVISTA

Luz María Ruano

KAM Rumiantes de Ceva Salud Animal

Fiebre Q: “Se necesita más concienciación por parte de ganaderos, veterinarios y médicos”

Fiebre Q: “Se necesita más concienciación por parte de ganaderos, veterinarios y médicos”

Luz María Ruano

KAM Rumiantes de Ceva Salud Animal

Fiebre Q: “Se necesita más concienciación por parte de ganaderos, veterinarios y médicos”

Redacción - 11-07-2023 - 09:02 H - min.

La Fiebre Q es una zoonosis que además tiene un gran impacto en la economía de la granja. 

Ceva Salud Animal tiene la única vacuna para rumiantes frente a fiebre Q y llevan muchos años asesorando a ganaderos y veterinarios sobre la detección, prevención y control de esta enfermedad.

Luz María Ruano, KAM de Rumiantes de Ceva Salud Animal, explica en una entrevista para Animal’s Health, entre otras cosas, cual es la situación en España, legislación y proyectos que están llevando a cabo.

P. ¿Qué es la fiebre Q?

R. Es una enfermedad zoonótica en la que además del riesgo que supone para el ser humano y los animales, tiene un importante impacto negativo en la economía de la granja.

Está causada por Coxiella burnetti, un agente altamente infeccioso y uno de los más resistentes al calor y desecación y a la mayoría de los desinfectantes, por lo que es capaz de resistir largos periodos en el medio. Sobrevive hasta 2 años en heces de garrapata, de 12 a 16 meses en la lana, 42 meses en la leche refrigerada y 36 meses en el agua.

P. ¿Cómo puede llegar al ser humano?

R. Se trata de una enfermedad capaz de afectar a múltiples especies animales, tanto domésticas como silvestres, aunque, para el ser humano, los principales reservorios son los rumiantes domésticos.

La principal forma de transmisión es la aérea, bien directamente por exposición a ganado infectado o sus productos o, indirectamente, por inhalación de aerosoles vehiculados a largas distancias. Esto puede generar casos en personas alejadas del foco de infección o sin contacto reciente con animales.

En la actualidad la mayor parte de casos se dan en personas que viven en ciudades y que se acercan de forma esporádica al entorno rural para hacer senderismo, visitas a granjas. Incluso se han dado casos en personas que tenían ovejas y cabras en su casa y sin cambiarse de ropa y calzado iban a trabajar a otra empresa, causando brotes entre sus compañeros.

En un caso en una planta de residuos urbanos en el que se procesaron placentas de origen animal, se afectaron el 58% de los trabajadores de la empresa, necesitando 10 de ellos ingreso hospitalario.

P. ¿Qué síntomas produce en el ser humano?

R. Por lo general, la enfermedad se desarrolla entre 2 y 3 semanas después de la exposición a las bacterias. La fiebre Q puede causar diferentes manifestaciones clínicas, desarrollando una forma aguda o crónica. La forma aguda cursa con fiebre alta, dolor de cabeza, fatiga, escalofríos, mialgia, dolor de garganta, náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y dolor torácico.

La forma crónica de la enfermedad presenta diferentes manifestaciones como endocarditis, infección de la prótesis valvular, osteomielitis, fibrosis pulmonar intersticial y hepatitis. La letalidad de los pacientes con fiebre Q crónica es muy alta y supera el 65%, sin el tratamiento adecuado. Muchas veces en el tratamiento de la infección crónica debe usarse una combinación de 2 antibióticos incluso durante 3 años, lo que convierte el tratamiento en costoso y prolongado.

Entre el 1 y el 10% de los casos cronifican persistiendo más de 6 meses, incluso la enfermedad puede quedar latente, pudiendo aparecer hasta 20 años después de la infección.

Aproximadamente, 1 de cada 10 personas infectadas por Coxiella burnetti desarrollará SFC (Síndrome de la fatiga crónica), enfermedad de largo plazo que afecta a muchos sistemas del cuerpo, haciendo que las personas afectadas no sean capaces de realizar sus actividades cotidianas. Su síntoma más común es la fatiga intensa que no se alivia con el descanso.

P. ¿Cuál es la situación de la fiebre Q en España?

R. Es una enfermedad ampliamente extendida por el territorio, pero es una enfermedad infradiagnosticada, tanto en salud pública (los casos que se diagnostican son sólo crónicos) como en sanidad animal.

Si hablamos de sanidad pública: En los últimos 20 años se han identificado brotes importantes de fiebre Q en el mundo. En Europa se han notificado epidemias en Suiza, Gran Bretaña, Alemania, Bélgica y el Sur de Francia. De especial importancia es el brote que se inició en 2007 en Holanda, prolongándose durante más de 2 años y que afectó a más de 3.000 personas.

Hasta 2016, Alemania y Francia fueron los países que más casos notificaron en humanos, pero desde 2017, España lidera esta lista y es el país comunitario que más casos anuales aporta.

En el caso de la sanidad animal: Se declaran pocos casos, pero en los datos de los laboratorios privados de diagnóstico aparece como la primera causa de abortos en ganado caprino y la segunda en ganado ovino.

P. ¿Cómo afecta la fiebre Q a una granja? 

R. Sobre todo, produce graves problemas económicos en la granja. Ahora con el aumento en los costes de producción, la rentabilidad en las ganaderías es lo que marca que sean sostenibles en el tiempo o no.

La fiebre Q cuando afecta a granjas de ganado vacuno produce desde pérdidas de gestación temprana, pérdida de tasa de concepción o retraso en los días abiertos, hasta metritis y abortos. Está descrito que cuando afecta a ganado ovino y caprino produce sobre todo abortos y un incremento de los corderos nacidos muertos y débiles. Además, actualmente, en recientes investigaciones que estamos llevando a cabo, vemos desde bajadas de producción en animales de ordeño por afecciones de la glándula mamaria hasta problemas respiratorios asociados

En todos los casos, la fiebre Q produce graves pérdidas económicas, se estima que los costes directos asociados a un aborto por fiebre Q en vacuno están por encima de los 500 € y en pequeños rumiantes está en torno a 300-500 € en animales de producción láctea y en torno a 150-200 € en animales de producción cárnica.

Todo esto sin contar que es una zoonosis y que al estar infradiagnosticada se mantiene la Coxiella en el ambiente, aumentando la probabilidad de que ésta entre en contacto con los seres humanos.

P. ¿Existe legislación al respecto?

R. La fiebre Q es una enfermedad que desde 2021 está incluida en la categoría E de la Ley de Sanidad Animal de la UE. Además, en el año 2022, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha publicado un Protocolo de Vigilancia y control, que está siendo implementado con legislación a nivel de algunas comunidades autónomas. El País Vasco es la Comunidad autónoma que primero ha sacado legislación propia, seguida por la Generalitat Valenciana en diciembre de 2021.

P. ¿Cuál crees que sería la solución?

R. Se necesita más concienciación por parte del sector, tanto ganaderos como veterinarios y médicos. Cuando no se declara la enfermedad y no se toman medidas, hacemos que el control de la enfermedad sea más largo y costoso.

Esta enfermedad se debe abordar bajo un enfoque de One Health, aumentando la colaboración interdisciplinar en el cuidado de la salud de las personas, animales y medio ambiente.       

P. ¿Cuál es la aportación de Ceva?

R. En Ceva tenemos mucha experiencia asesorando rebaños para controlar la enfermedad, llevamos más de 10 años ayudando a ganaderías en todo el mundo. Asesoramos en el diagnóstico correcto de la enfermedad, medidas de control a tomar tras un brote y además tenemos Coxevac, la única vacuna eficaz frente a Coxiella, registrada en vacuno y caprino y que en pocos días ampliará el registro al ganado ovino.

Actualmente tenemos nuevos proyectos de investigación sobre fiebre Q con varios centros de referencia nacional como la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia o el Instituto Vasco de Investigación Neiker para mejorar el conocimiento de esta enfermedad y la forma más eficiente de controlarla.

Con diferentes estudios, realizados en diferentes países, estamos demostrando cómo se reduce la excreción tras la vacunación, con lo que se contribuye a reducir la carga ambiental y la probabilidad de que los seres humanos entren en contacto con la Coxiella.

También creemos que algo muy importante es la formación. Desde Ceva tratamos de organizar jornadas formativas, acudir a los principales foros del sector para promover la divulgación científica y tenemos un blog con información, noticias y novedades al que se puede acceder desde el enlace https://ruminants.ceva.pro/es. Además, desde hace un tiempo hemos creado la página web www.fiebreq.com para ayudar en la prevención, detección y control de la fiebre Q.

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